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La motivación y la creación de nuevos hábitos alimentarios, dos compañeros inseparables.

 

Sabemos que la motivación es clave no solo para iniciar cambios en nuestros hábitos, si no también para mantenerlos. 

 

Sin embargo, en algunas ocasiones y por diversos motivos, podemos no encontrarla y sentirnos justo en el lado opuesto. Ese extremo es el que conocemos como desmotivación, un estado emocional caracterizado porque todo se nos hace cuesta arriba y no sentimos ni el más mínimo empuje para ponernos en marcha. ¿Te suena?

La desmotivación es un estado interior caracterizado por la presencia de pensamientos limitantes y sensación de desánimo, y una auto-percepción de incapacidad para generar los resultados deseados (Renny Yagosessky, Ph.D en Psicología)

A pesar de que la desmotivación puede ser frecuente en muchas personas, ¡Tenemos una buena noticia! ¡Podemos prevenirla!

Y es que nadie carece de motivación, y todos podemos aprender a despertar y mantener este estado de flujo, y convertirla en el mejor compañero de viaje para la creación de nuevos hábitos alimentarios.

¿Quieres saber cómo?

Quédate conmigo en esta lectura y podrás descubrir algunas de las claves para conseguirlo.

Para ello, déjame primero que te cuente un poco más sobre este concepto, su significado y los diferentes tipos de motivación que existen.

 

¿Qué es la motivación?

La palabra motivación deriva del latín: -motivus (movimiento) y -ción (acción y efecto).

Si buscamos su significado en la RAE, podemos encontrar las siguientes definiciones, siendo la tercera la más acertada: “conjunto de factores internos o externos que determinan en parte las acciones de una persona”

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He señalado “en parte” de forma intencionada, ya que me parece un matiz fundamental, y es que “motivación” no es sinónimo de “acción”, ya que podemos contar con un alto grado de motivación y finalmente no actuar.

En definitiva, estar motivado es sentir el impulso necesario por conseguir ponernos en marcha para alcanzar aquello que deseamos. ¿Quién no ha buscado la motivación alguna vez?

¿Qué tipos de motivación existen?

Existen varias teorías que explican los diversos tipos de motivación.

En este caso, me parece interesante tomar como referencia el modelo de la Teoría de la Motivación Autodeterminada (TAD) de Decy y Ryan (1985), para después entender cómo podemos despertar y mantener la motivación para practicar unos hábitos alimentarios saludables.

Voy a intentar hacerlo lo más fácil y sencillo para no aburrirte y lograr que te quedes con la esencia de esta teoría.

¿Cuáles son las características de la TAD?

Este modelo determina en qué medida las personas se involucran o no libremente en la realización de sus actividades, teniendo en cuenta una serie de mecanismos psicológicos reguladores de la conducta.

La TAD se compone a su vez de cuatro mini-teorías: la teoría de la evaluación cognitiva, la teoría de la integración orgánica, la teoría de las orientaciones de causalidad y la teoría de las necesidades básicas.

Yo os voy a mostrar la Teoría de la integración orgánica (Imagen 1), que es desde mi punto de vista fácil de entender y aplicar en el ámbito de la alimentación.

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Como podéis ver en la imagen, el paso de una conducta a otra está integrada por tres tipos fundamentales de motivación: la desmotivación, la motivación extrínseca y la motivación intrínseca.

Además, cada uno de los tipos de motivación está determinado por una serie de procesos reguladores, como pueden ser búsqueda de recompensas, evitación de castigos, sensación de autocontrol, intereses, diversión, satisfacción, etc.

Tomando como referencia este modelo, ha llegado el momento de contaros cuál es la motivación que más nos interesa para iniciar un hábito o actividad determinada y mantenerlo con el paso del tiempo.

Se trata de la motivación intrínseca o motivación más autodeterminada. ¿Te has quedado con su nombre?

¿Qué es la motivación intrínseca?

La motivación intrínseca podríamos definirla como aquella que obtenemos por el simple disfrute de la actividad que estamos realizando. Es decir, el desarrollo de la actividad en sí constituye el objetivo y la gratificación.

Un aspecto destacable de la motivación intrínseca es que el interés por la actividad se mantienen incluso después de haber alcanzado la meta. ¿Interesante verdad?

Algunos ejemplos de motivación intrínseca en el ámbito de la alimentación, serían los siguientes:

  • “Cocino de forma saludable porque disfruto innovando con nuevos ingredientes y me encanta el sabor de estos platos”.
  • “Como verduras porque me gusta su sabor y textura cuando las introduzco en la boca”.
  • “Organizo los menús semanales porque me encanta pensar en nuevas recetas y combinaciones cada semana”

 

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En definitiva, cuando hacemos algo y disfrutamos de la actividad en sí misma, nuestro grado de motivación estará en el nivel más alto o autodeterminado, siendo esta la motivación que realmente funciona.

La motivación intrínseca no se alcanza con recompensas externas, si no que nace del disfrute, placer y satisfacción que genera la propia actividad.

En el lado opuesto de esta, se encuentra la motivación extrínseca, caracterizada principalmente porque realizamos una actividad o conducta con el fin de obtener un beneficios derivado de esta, pero no de la acción en sí misma.

Algunos ejemplos de motivación extrínseca en el ámbito de la alimentación, serían los siguientes:

  • “Realizo la planificación del menú semanal porque mi nutricionista me lo ha recomendado” (Busca la aprobación del profesional, pero no disfruta al hacerlo, y por tanto puede estar llevándolo por obligación).
  • “Voy al gimnasio porque si no voy, después me siento culpable”. (Busca evitar la ansiedad o frustración por no hacerlo).
  • “Elijo fruta en el postre para no sentirme mal” (Busca evitar la culpabilidad posterior).

Ahora que ya conoces cuál es la motivación que realmente nos interesa alcanzar para lograr despertar y mantener nuestro interés por la práctica de una alimentación saludable, ha llegado el momento de contarte cómo podemos acercarnos a esta.

 

¿Cómo podemos acercarnos a la motivación intrínseca?

Conociendo las claves de la motivación intrínseca será más fácil entender cómo alcanzarla. ¿Cuáles son las claves?

  • Propósito.
  • Autonomía.
  • Dominio.

¿Qué es el propósito?

El propósito es la misión, la visión y los valores que acompañan a nuestros objetivos.

 

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Aplicándolo al campo de los hábitos alimentarios, se trata de que al comenzar a practicar una alimentación saludable, tengas claro las siguientes cuestiones:

  • ¿Para qué quieres comer sano?, ¿Qué beneficios obtienes al practicar una alimentación saludable?, ¿Qué buscas realmente al elegir platos saludables?.
  • ¿Qué ves en ti al elegir comer bien?, ¿Cómo te ves al practicar una alimentación saludable?, ¿En quién te conviertes?
  • ¿Qué valores quieres respetar al practicar una alimentación saludable?, ¿Es la salud, el bienestar, el amor, la responsabilidad?

Identificar el propósito por cambiar una conducta es indispensable para despertar nuestra motivación.

 

¿Qué es la autonomía?

Es el deseo de dirigirse uno mismo y de establecer reglas de conductas para sí mismos y en sus relaciones con los demás. La sensación de autonomía tiene un poderoso efecto sobre el rendimiento y la actitud individual. La autonomía conduce al compromiso por la acción.

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En el tema que estoy tratando…¿Cómo podríamos alcanzar esa autonomía?

Siendo uno mismo quien decide qué, cuándo y cómo lo come. Entenderme, se trataría de una elección propia por parte de la persona, pero a partir de la orientación y asesoramiento aportada por el profesional de la nutrición, con el fin de practicar una alimentación saludable.

Es decir, primero conozco cómo podría practicar una alimentación saludable, y después contando con los recursos, conocimientos y habilidades necesarias elijo que comidas realizo.

Teniendo este aspecto presente, yo personalmente, y con el fin de que la persona alcance ese grado de motivación intrínseca, le doy autonomía a la persona para que sea esta quien elija las recetas y combinaciones de su menú.

Sentirnos libres e independientes a la hora de elegir lo que comemos, siendo los actores de nuestra propia historia alimentaria ¿Te gusta verdad?

 

¿Qué es el dominio?

Podemos entenderlo como ese nivel en el contamos con los conocimientos y recursos adecuados para llegar a tener la maestría suficiente para el desempeño de esa actividad.

Este concepto también esta muy relacionado con el estado de flujo, importante dentro de la motivación intrínseca.

Hoy sabemos que las experiencias más satisfactorias de las personas se dan cuando nos encontramos en este estado. Como podéis ver en el siguiente gráfico, a mayor nivel de desafío y de habilidad percibida frente a este, más nos acercamos a este estado.captura-de-pantalla-2016-11-04-a-las-10-39-03

Aplicando este concepto a la práctica de unos hábitos alimentarios saludables, podremos entender que para alcanzar ese estado de flujo, es importante que para nosotros sea un reto de dificultad media y que contemos con las habilidades suficientes para conseguirlo.

Para llegar a ese estado es importante que determinemos en qué quieres llegar a ser muy bueno. ¿Quieres dominar el arte de comer sano?, ¿Te gustaría dominar la práctica de una alimentación saludable?

Para después determinar cómo conseguirlo y trabajar para alcanzar ese nivel de dominio en el que te encuentres satisfecho.

Teniendo en cuenta este aspecto, es importante tener presente que no basta con conocer unas pautas nutricionales, si no que es indispensable saber llevarlas a la practica.

Alcanzar un grado de dominio en la práctica de una alimentación saludable, es clave. Si te sientes perdido; no sabes cómo elaborar platos sanos, cómo elegir recetas saludables en un restaurante; o como organizar un menú saludable y apetitoso, será más fácil acercarnos al lado de la desmotivación.

 

En conclusión, para que la motivación sea nuestro mejor compañero en la práctica de nuevos hábitos, es importante movernos en la motivación intrínseca, y para ello debemos trabajar la autonomía, el dominio y el propósito.

Antes de despedirme, me gustaría contaros que desde que finalicé mis estudios en Nutrición Humana y Dietética y comencé a realizar las primeras consultas, mi motivación por descubrir y aprender más a cerca de este tema no ha parado de crecer. Por ello no será raro que los próximos post vayan en esta línea 😉

 

 

Espero que te haya resultado interesante y útil la lectura.

¡Hasta pronto!

 

 

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2 comentarios en “La motivación y la creación de nuevos hábitos alimentarios, dos compañeros inseparables.

  1. Me encanto, me ayudo mucho. Gracias

    1. ¡Gracias Estefanía!

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ESTOY ENCANTADA DE CONOCERTE..

Soy María Neira y soy nutricionista y especialista en técnicas de comunicación para el cambio. Quiero demostrarte que es posible aprender —y enseñar— a comer sano, desterrando para siempre mitos y dietas contraproducentes.